La tecnología de conducción autónoma se está desarrollando a gran velocidad, tanto en coches como en camiones. Muchos medios y personas se están preguntando si estos avances van a suponer la desaparición del oficio de transportista. En este artículo aportamos nuestra visión.
Hace poco más de un mes Otto, empresa americana fundada por un trabajador del proyecto de coches autónomos de Google y por otro trabajador de Google Maps, hizo su primer trayecto con su camión autónomo llevando cervezas. Sin embargo, el camión tenía conductor.
Muchos medios y personas se están preguntando si estos avances van a suponer la desaparición del oficio de transportista.
¿Cuál es el trabajo de un transportista?
De cara a entender el impacto que puede tener la tecnología de conducción autónoma en el sector del transporte de mercancías hay que entender los diversos procesos que conlleva transportar una mercancía.
- Ir al punto de carga/descarga, por autopistas y polígonos industriales.
- Conducir por autopista es la parte fácil.
- Conducir por polígonos industriales es mucho más complicado.
- Las señales no están claras, las direcciones no están bien situadas en los mapas, hay camiones entre medias, hay giros muy complicados que el camión autónomo no sabrá si puede hacer, los espacios muy estrechos, algunas veces hay que ir marcha atrás.
- En sitios como las plataformas logísticas donde dan horarios muy concretos, los camiones no pueden entrar hasta la franja de hora asignada. Tienen que esperar mientras en algún punto.
- Cargar/Descargar la mercancía
- El transportista debe abrir el camión por detrás, por carga lateral o por carga superior.
- Dependiendo del tamaño de la empresa, tendrán toros que pueden introducir y colocar así la mercancía dentro del palé. Pero en la mayoría de las ocasiones, el transportista coloca la mercancía dentro del camión.
- Hay que comprobar que carguen/descarguen la mercancía correcta y se necesita firmar la documentación correspondiente.
- Al finalizar, buscar un sitio donde esperar hasta que sea la hora para ir al siguiente punto de origen.
- Lidiar con las incidencias
- Atascos, rueda pinchada, mal tiempo, carretera en mal estado, carretera cortada, autopista limitada para camiones por cierto motivo, etc.
Por tanto, transportar mercancía no es solo conducir un camión. En unos años la tecnología va a permitir que el camión se conduzca solo en las autopistas, y en otra tanda de años cubrirá más zonas industriales; sin embargo hay muchos otros procesos en los que se necesita de personas; tanto en el camión como en los almacenes.
¿A qué tipo de transportes de mercancías puede influir primero el camión autónomo?
Sabiendo que es en las autopistas donde puede aportar mayor beneficio, al reducir la necesidad de que sea el transportista el que conduzca y por tanto poder conducir más horas; seguramente sea en trayectos largos donde más influencia tenga.
Un trayecto Madrid - Barcelona lo hace actualmente un camión en unas 8 horas con 1h30 de paradas. Si el camión fuera autónomo y el disco no contase, se podría ahorrar una hora (la media hora restante para repostar y avituallamiento).
Sin embargo un trayecto Barcelona - Amsterdam se hace actualmente en unas 30 horas, porque tiene que parar a dormir entre medias. Si el camión fuera autónomo y el disco no contase, podría hacerlo en unas 18 horas contando cierto tiempo para repostar y avituallamiento. Esto supone un ahorro de 40% en el tiempo. Esto permitirá volver al día siguiente y ahorrarse un chofer extra. Por tanto también tendrá un impacto significativo en los costes de transporte internacional.
Es en los trayectos internacionales donde el camión autónomo va a tener mayor impacto, al reducir los tiempos y los costes. Los transportes regionales y nacionales que se puedan hacer en el día, no tendrán tanta necesidad de adoptar la tecnología de conducción autónoma. Hay que recordar que el transporte internacional solo supone el 1% de todos los trayectos de mercancía por carretera y está actualmente siendo atacado por la competitividad de los trenes de mercancías.