Es imposible entender el transporte por carretera sin la figura del transportista autónomo. En España 7 de cada 10 empresas del sector están regentadas por esta figura. Pero, ¿cómo son estos profesionales? Te mostramos los 5 rasgos que les distinguen.
5 virtudes del transportista autónomo
Los transportistas autónomos están en una constante evolución, obligados por un tipo de trabajo que no conoce las rutinas y por cambios permanentes en las regulaciones y normativas. En otros artículos ya te hemos detallado cómo montar una empresa de transporte de mercancías como autónomo. A continuación te mostramos los 5 rasgos que describen al profesional perfecto.
1. Flexible
La profesión del transportista autónomo está sometida a cambios permanentes. Esta ausencia de rutina es, para muchos de ellos, uno de sus mayores atractivos. Horarios cambiantes, rutas diferentes, distintas condiciones de trabajo… El profesional que sabe ser flexible tiene mucho terreno ganado hacia la satisfacción laboral.
2. Familiarizados con la tecnología
La imagen de los transportistas tradicionales, alejados de las nuevas tecnologías, no tiene ya reflejo en la realidad. El transportista autónomo del año 2018 utiliza navegadores profesionales y varias aplicaciones en su teléfono móvil. Está, también, acostumbrado a manejar vehículos con una tecnología a años luz de la que ofrecían los camiones y furgonetas hace poco tiempo.
3. Bien informados
Cambios en la normativa, restricciones de circulación, limitaciones de acceso a zonas y núcleos urbanos… hoy el transportista autónomo que no está al corriente de todo ello tendrá serias dificultades para realizar con solvencia su trabajo.
4. Motivados
El trabajo por cuenta propia obliga al profesional a afrontar dificultades constantes en el día a día, desde imprevistos hasta el control detallado de las cuentas del negocio. Por eso la motivación, incluso en los momentos difíciles, juega un papel clave en su vida. Ponerse metas a medio y largo plazo y encontrar nuevas motivaciones en todo momento puede marcar la diferencia.
5. Pacientes y disciplinados
La vida del transportista autónomo no siempre está repleta de acción, sino que se compaginan viajes con periodos de espera y ocasiones de descanso. También los propio desplazamientos con la mercancía obligan a tener altas dosis de paciencia y concentración. La disciplina, los buenos hábitos y la capacidad de manejar los tiempos distinguen a los mejores profesionales de la carretera.