La transformación digital conlleva cambios que afectan a innumerables sectores de la economía global. Hoy realizar envíos de mercancías por carretera o gestionar una flota de vehículos es posible de una forma novedosa. La clave es la conectividad.
Del Big Data a la conectividad
Es difícil que en una conversación sobre la nueva economía no aparezca el término Big Data. Las técnicas basadas en las grandes bases de datos permiten aumentar la satisfacción del cliente adelantándose a sus necesidades y encontrar nuevas oportunidades de negocio. También, gracias a la información que proporciona de forma constante, prever escenarios posibles a corto y a largo plazo. En resumen, sacar ventaja a la competencia.
¿Cómo afecta la conectividad a un sector tradicional como el del transporte?
- Facilita la gestión. El modelo de gestión basado en el Big Data permite valorar los beneficios y los riesgos de la toma de cada decisión. No solo es capaz de realizar una estimación de cuántas probabilidades hay de que un vehículo sufra una avería. Su alcance llega hasta el análisis de las posibilidades que hay de que se produzca, por ejemplo, una huelga de estaciones de servicio. Será capaz, del mismo modo, de saber en cuánto va a aumentar la demanda de envíos en un determinado periodo, y de indicar en cuántas personas debería aumentarse el número de trabajadores.
- Mejora la eficiencia. La conectividad permite, por ejemplo, reconducir desde la sede de la empresa a un profesional que ha tomado un desvío equivocado, ya que el vehículo constantemente una señal de su ubicación. La eficiencia también se logra obteniendo información en el acto sobre carreteras con tráfico lento, desvíos obligatorios por cortes de tráfico, etc. Por otra parte, a mayor eficiencia menos volumen de emisión de gases contaminantes.
- Reduce los costes. La conectividad permite, en tiempo real, elegir la estación de servicio con el precio del combustible más económico. Pero, mucho más allá de ello, facilita que las empresas de transporte gestionen de una forma global sus flotas evaluando y planificando paradas, rutas o puntos de entrega. Pueden, también, examinar si los pagos de dietas de alojamiento y manutención se ajustan a la realidad. En resumen, gracias a la conectividad es posible minimizar los costes sin comprometer los resultados.
- Acrecienta la seguridad. Un vehículo conectado es un vehículo que informa al conductor de cualquier incidencia que se de en la carretera por la que está circulando, como un accidente o cualquier otro tipo de incidencia que afecte al recorrido normal. También informa sobre condiciones climatológicas que pueden resultar adversas y otros factores. Además, es capaz de informar en el acto en el caso de que el camión sea el protagonista de un accidente o una avería.
Con el uso adecuado del Big Data y de la conectividad, la conversión de los datos en información significativa maximiza la comunicación, la seguridad y la eficiencia al mismo tiempo que ayuda a minimizar los costes. Un gran salto adelante para los transportistas de mercancías y para las empresas que utilizan sus servicios.